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Conociendo a las mujeres

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Hola a todas, mi nombre es Jesús, tengo 35 años y despierta en mi cierto interés la posibilidad de escribir relatos y recibir vuestras opiniones, me encanta el sexo en la red y disfruto intercambiando fotos subiditas de tono, bueno ya nos iremos conociendo.

El siguiente relato ocurrió hace ya algunos años, aún estaba descubriendo mi camino y mis inquietudes en el terreno sexual, conocí a dos chicas por medio de un nuevo trabajo y todo empezó tal y como os cuento.

Desde un principio nos llevamos bien, charlábamos amistosamente en la cafetería y según fuimos teniendo mas confianza, como siempre ocurre, terminamos hablando de lo mas recurrente que es el sexo, nos tirábamos las típicas puntaditas, que guapa vienes hoy, se te abulta el pantalón machote, apaga las largas, esto generalmente le pasaba a Olga, era una chica de veinte años con un pecho precioso, al menos lo que dejaba adivinar, llevaba sujetador, pero sus pezones siempre se marcaban sobre todo en verano con el aire acondicionado. Olga no era excesivamente guapa, mas bien resultona, pero con un cuerpo de escándalo.

La otra chica era Marta, veinticinco años, pelirroja muy guapa de cara, delgada y muy sensual, con el tiempo nos hicimos amigos, en ocasiones nos íbamos de copas al salir del trabajo y lo cierto es que teníamos tanta confianza que nuestras conversaciones fueron subiendo de temperatura y ya no teníamos secretos entre nosotros nos contábamos absolutamente todo, hasta nuestros secretos mas escondidos.

Un día Olga nos contaba sus aventuras con su novio, del cual decía que la tenia pequeña pero le ponía mucho interés, lo cierto es que no estaba muy contenta en el terreno sexual, en ese momento descubrí algo que me resulto curioso, ambas afirmaban que aquella mujer que pensara que el tamaño no importa, nunca había tenido una buena polla a su alcance, ellas decían que el placer era proporcional al tamaño del pene, siempre dentro de un límite, Marta tuvo un novio con un pene de 25 cm y decía que le hacia daño en la penetración y de sexo anal nada de nada.

Sobre esto último ambas disfrutaban del sexo anal, siempre suave y bien realizado, yo estaba alucinado, mi pene era, bueno no se como era, jamás lo había podido comparar con otro, ni tan siquiera había tenido curiosidad, siempre pensé que debía aprender a usarlo bien, que el tamaño no importa, también pensaba que de anal nada de nada, que era algo reservado a las actrices porno y que moriría deseando hacerlo.

Lo primero que hice al llegar a casa fue coger un metro y medirme el pene, estaba empalmado solo por la situación, que era verdaderamente ridícula aunque para mi excitante, 17 cm, no 21, que desastre, desde donde se mide el pene?

Es algo que a día de hoy aun no he descubierto, lo que si se es que mi pene esta bien de tamaño y es grueso, esto último les gusta mucho a las chicas.

Continuando con el relato, cuanto mas hablaban mis compañeros, mas tonto me hacían sentir, no sabia nada de sexo y mucho menos de mujeres, a Olga le encantaba que la mordieran los pezones y se los pellizcaran, yo jamás le haría eso a una mujer, mi ex novia no quería y yo di por seguro que era otra fantasía reservada para las pelis.

Yo tomaba buena nota de las experiencias de mis nuevas amigas, en ocasiones tenia que ir al baño para aliviar la tensión, ya me entendéis, era verdaderamente excitante oír sus aventuras.

Un día Marta comento que disfrutaba tanto del sexo con hombres como con mujeres, guau¡ impresionante, Olga abrió los ojos como platos y le dijo, cuenta cuenta, yo sueño con otras mujeres con frecuencia pero no me he atrevido hasta ahora, como es que sientes, es diferente?

Es muy especial dijo Marta, no tiene nada que ver, un día me gustaría poder disfrutar de un hombre y una mujer al mismo tiempo, debe ser lo mas.

Se produjo un silencio, dentro de mi estaba la respuesta a su súplica, no podía articular palabra, por suerte para mi un pequeño hilo de voz de voz salió de mi interior y dije:

Que te parece probar con Olga y conmigo, al principio risas, pero pasados unos instantes, Marta dijo, no hay huevos mucho de boca pero luego nada, yo voy hasta el final dijo Olga, yo también replique.

Ok el Sábado a las 9 en mi casa dijo Marta, allí nos vemos, pase toda la semana obsesionado, conforme a lo la información que había obtenido en nuestras charlas fui preparándome para el gran día, me recorte el vello de todo el cuerpo y afeite mis testículos, mis fantasías crecían en mi mente, creo que estuve empalmado toda la semana, por aquello de ofrecer un buen rendimiento no me masturbe ni una sola vez.

Llego el ansiado día, como era normal llegue a las 8 y Olga aun no estaba. Marta llevaba un vestido de raso estampado con sandalias de tacón, yo llevaba vaqueros y camiseta blanca con chanclas playeras, nos sentamos en el salón, Marta no parecía nerviosa y me pregunto como me encontraba.

Relájate, tu déjate llevar y disfruta, puede que no tengas una oportunidad como esta en toda tu vida, la verdad es que ahora estaba aun mas nervioso.

Marta puso su mano en mi cintura y la deslizo suavemente hasta dejarla sobre mi pene y lo agarro por encima del pantalón, creo que lo pasaremos bien dijo, y me beso dulcemente acariciando mis labios con su lengua.

Sonó el timbre, fin del primer asalto y entra en escena Olga, espectacular, camiseta de hombros ajustada y minifalda muy mini, casi me desmayo, pasamos mas de una hora charlando y calentando el ambiente, la verdad no recuerdo casi nada de ese momento, solo la imagen de Marta y Olga besándose a mi lado y entrelazando sus lenguas entre si, me quede embobado mirando el espectáculo.

No se cuanto tiempo estuvieron, a mi me parecieron horas, de repente Olga se giró y me beso, introdujo su lengua en mi boca y jugo con ella suavemente, mordía mis labios y saboreaba el momento, yo me limite a dejarme llevar, note algo húmedo en mi mano, mire de reojo y era Marta introduciendo mis dedos en su boca, en ese momento Olga se incorporó, levanto su mini delante mía, separo las piernas y se sentó sobre mi, pude ver sus tanga negro como un espejismo frente a mi y comenzó a besarme salvajemente, no podía casi ni respirar.

Marta acercaba su boca a las nuevas y pasaba su lengua, mi mano pasó a su cintura y poco a poco la deslice hasta encontrar la curvatura de sus caderas, acaricie su culo delicadamente sobre el vestido con mi mano izquierda y con la derecha procedí a tocar el de Olga, no sabría decir cual de los dos era mejor, bajé ambas manos hasta rozar su piel desnuda y fui subiendo lentamente acariciando sus culos desnudos, esta vez fruto de la situación los agarre con fuerza el de Olga estaba mas duro, pero ambos eran una delicia, ya no había marcha atrás, Olga se quito la camiseta y nos mostró su precioso sujetados negro con un broche azul entre las copas, Marta se levanto, ambos nos giramos y deslizo los tirantes sobre sus hombros hasta dejar caer el vestido que quedo sujeto en sus caderas, no llevaba sostén tenia unos hermosos pechos no muy grandes, con el pezón pequeño y rosado, su piel era muy blanca y llena de pecas, su pelo rojizo contrastaba con el blanco de su piel, era algo indescriptible, suavemente bajo el vestido hasta dejarlo reposar sobre el suelo, al inclinarse sus pechos quedaron suspendidos era una visión imborrable aun lo recuerdo con total nitidez, se acerco a nosotros y colocó su pecho a la altura de nuestras bocas, se acerco lentamente hasta rozar nuestros labios, Olga saco su lengua y saboreo el pezón de marta que se endureció oscureciéndose poco a poco, yo hice lo mismo copiando los movimiento, a Marta le gusto, emitió un breve gemido y presiono hasta introducir sus pezones en nuestras bocas, chupamos tan rico manjar durante unos segundos, hasta que Olga se retiró poniéndose en pie nos dijo.

Admirar mis luces, ambos nos reímos recordando las bromas de la oficina, apretó el broche azul y el sujetador se aparto de su cuerpo, no pude retirar la vista, el tiempo se detuvo, sus pechos eran muy grandes, pero firmes, sus pezones estaban ligeramente inclinados hacia arriba y eran grandes, Olga las tomo con sus manos y nos los ofreció, Marta se levantó y los acarició, sus manos no podían contener el tamaño.

Olga se agacho y desabrocho mi pantalón, yo permanecía inmóvil, sus tetas no se despegaron ni un cm de su cuerpo al inclinarse, instintivamente cogi una de ellas y acaricie con firmeza, eran mas duras de lo que yo al menos acostumbraba a ver y tocar, sus pezones estaban muy muy duros y eran prominentes, cuando desperté del sueño habían sacado mi pantalón y mi camiseta y estaba sentado frente a dos diosas casi desnudas frente a mi.

Marta me quito el calzoncillo y mi peen salto erecto frente a ellas, sus mirada fueron de aprobación, ese gesto me tranquilizo, me pusieron de pie y Olga se arrodillo frente a mi, sin utilizar sus manos acerco su cara a mi cintura y sacando su lengua lamió mis testículos a modo de pequeños golpecitos que me hicieron enloquecer, fue una sensación nueva, luego deslizo su lengua a lo largo de mi pene y realizo la misma operación sobre mi glande, unas gotas de líquido preseminal aparecieron y las recogió con su lengua, se incorporo e introdujo su lengua en mi boca, era una sabor entre ácido y dulce, era agradable, he de decir que me gustó, ambas bajaron sus braguitas y dejaron su sexo expuesto ante mi, Marta tenia el vello recortado y pelirrojo como su cabellera, su rajita era rosada y parecía oculta entre sus piernas.

Olga estaba completamente depilada, su pubis era abultado, Marta empujo a Olga sobre el sillón, separó sus piernas y lamió de arriba abajo su raja, yo observaba deseoso de aprender, poco a poco el coño de Olga se fue abriendo y puede ver el brillo de su flujo aparecer, Marta ayudada por sus dedos separo mas los labios vaginales de Olga e introdujo su lengua como si de una pequeña polla se tratara, comenzó a chupar con mas fuerza y con su dedo jugueteaba con el clítoris de Olga, que en ese momento tenia el tamaño de un garbanzo, Marta metía dos dedos dentro del coño y alternaba la penetración con los lametazos de su lengua sobre el clítoris de Olga, pasados unos minutos Olga comenzó a encoger su cuerpo y a gemir, ahhh, me corro Marta así, me corro ahhh que gusto, fueron dos o tres sacudidas y quedo exhausta sobre el sillón, los dedos de Marta estaban empapados y ellas me los ofreció, los lamí con gusto, era un flujo salado, pero delicioso, Marta me susurro, lo que mas nos gusta a las mujeres después del orgasmo es que nos laman el coñito para relajarnos y comenzar de nuevo las acción, me agaché y lamí el coño de Olga hasta limpiar todos los jugos, siguiendo las instrucciones de Marta coloque mis manos en el culo de Olga y levante sus caderas, llevando mi lengua desde su clítoris hasta su ano, utilizando el flujo de su coño para lubricar este último, procediendo luego a introducir mi lengua en su coño y ano alternativamente.

A los pocos segundos Olga estaba tanto o mas cachonda que antes, me retiro la cabeza nos besamos y me tumbaron en el sillón, Marta separó sus piernas y se situó sobre mi cara abrió los labios vaginales y comenzó a masturbarse sobre mi, rozando su coño con mis labios, lengua… Ahhh si sigue así por favor chupa mi coño cabrón, cómeme el chocho, al principio me sorprendió, pero viendo como se ponía Marta la deje hacer.

Olga lubrico el culo de marta y comenzó a introducir un dedo por el, así follame el culo zorra, méteme el dedo hasta que me corra como una perra, Ahh, me gusta siii ahhh, así cabrones follarme , Marta agitaba bruscamente su cuerpo, me corrooooo si ahhh, comenzó a soltar chorros y chorros, parecía una fuente, yo había oído hablar de este tipo de corridas en las mujeres pero nunca había visto una, me empapo, fueron cinco o seis chorros sobre mi cara, era mas acido que el de Olga pero lo trague igualmente.

Fue fantástico, sin tiempo de secarme la cara, Olga introdujo mi pene en su boca comenzó a mamar, nunca me la han chupado tan bien, Marta me acariciaba los testículos e introducía su dedo por mi culo, al principio me resistía, pero cuando me di cuenta tenia medio dedo dentro y sentía un placer diferente que me gustaba, Olga chupaba mi polla y yo podía acariciar sus teta, sus enormes tetas, era una fantasía hecha realidad, voy a correrme, me corro, Marta comenzó a chuparme los huevos y me metió en dedo completamente moviéndolo al ritmo de las chupadas de Olga, mi polla estallaba, comencé a correrme y Olga trago toda mi leche, exprimió mi polla hasta no dejar una gota, jamás he tenido un orgasmo como aquel, Olga se acercó a Marta y la beso intercambiando su saliva mezclada con mi semen, fue una vista espectacular.

Quedamos exhaustos, nos dormimos cerca de dos horas y al levantarnos follamos como locos todo el días, pero esto ya os lo contaré en otro momento, espero vuestros comentarios chicas, que no se diga que las mujeres no disfrutan del sexo igual que una hombre.

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Todo asombroso