Video Relato

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Un niño enmadrado

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"Un niño enmadrado: nueva traducción"

Originally written in English by Kevin C. Foltz
Translated into Spanish by Skaidan

NOTA: He aquí una nueva traducción de la primera (y mejor) historia de incesto entre una madre y un hijo que he leído. Ésta es la historia que me llevó a empezar a escribir relatos incestuosos, algo que, aunque a veces me produce cierto malestar de conciencia, me produce un gran placer.

Como sé que hay varios lectores que leen mis historias con mucho entusiasmo, quiero dedicarles a ellos, así como a todos, esta nueva y mejor traducción de la obra magistral de Kevin C. Foltz, un autor que por desgracia dejó de escribir hace ya mucho tiempo. Espero que la disfrutéis tanto como yo y que sepáis apreciar la intensidad que tiene este relato, que, a pesar de su brevedad, contiene un erotismo muy especial, del que carecen muchos relatos más largos.

Skaidan.

Las tormentas siempre asustaban mucho a Edward Adams. Incluso ahora, a la edad de doce años, se asustaba con los truenos y los repentinos destellos de luz de los relámpagos. En la oscuridad de su habitación parecían cobrar un aspecto aún más aterrador. Le avergonzaba admitirlo, pero necesitaba la cercanía de su madre. Ella lo calmaría con sus tranquilizadoras palabras y lo abrazaría hasta que se hubiera dormido o la tormenta hubiera pasado como siempre hacía.

Aquella noche no era diferente a ninguna otra noche de verano. Los relámpagos provocaban destellos y los truenos se sucedían con grandes estampidos que hacían que temblaran las ventanas mientras la tormenta desataba su furia en el campo alrededor. Un repentino e intenso destello lleno la habitación con el efecto del destello de una bombilla, congelándolo todo como en una fotografía. El trueno retumbó y Edward se encogió de miedo bajo las sábanas. Finalmente, se rindió y, saltando de la cama, corrió a la habitación de su madre.

Pasó a toda velocidad por el pasillo y prácticamente saltó sobre la gran cama de latón donde su madre, Helen, dormía. Había esperado que llegara antes y estaba satisfecha de que hubiera aguantado más de lo habitual. Esperaba que su miedo disminuyera a medida que se fuera haciendo mayor y éste era un indicio prometedor.

-No pasa nada, Eddy. Métete debajo de la ropa y acurrúcate. La tormenta pasará pronto, cielo -dijo Helen echando la ropa de cama para atrás para que se meteriera bajo ellas su asustado hijo.

-Lo siento, mamá. Lo he intentado, pero los relámpagos... -empezó a explicar, pero un nuevo destello y un estruendo lo interrumpieron.

Se acurrucó al lado de la espalda de su madre y se calmó como todos los niños asustados cuando su madre está cerca. Helen alargó la mano por encima de su cadera y le dio una palmada en el culo.

-Tranquilo, cariño. Te has portado bien, muy bien. Ahora intenta dormirte, ¿vale?

-Vale, mamá. Buenas noches.

-Buenas noches, Eddy.

Helen se acurrucó de nuevo en su almohada mientras la tormenta seguía fuera.

Al poco rato, tanto Edward como su madre estaban dormidos. Acurrucado junto a su madre, Edward dormía como un niño feliz. El cuerpo de su madre cerca es un calmante universal que todos los niños sienten y necesitan cuando están asustados o nerviosos. La apretó contra él mientras dormía, con un brazo por encima de uno de sus costados para rodearle la cintura.

Helen dormía profundamente y los sueños llenaban su mente dormida. Era de nuevo una niña y su novio estaba intentando tocarle las tetas. Era una buena chica y, aunque él le gustaba, le inquietaba dejarle llegar tan lejos. Su mano estaba casi sobre una teta cubierta por el sujetador. Ella podía sentir su miembro apretado contra su culo. Lo tenía duro. Hacía presión sobre su culo redondo. Involuntariamente, ella respondía empujando hacia atrás sobre su erección. Podía sentirlo metiéndose entre sus nalgas.

Se despertó helada. No podía moverse. ¿Estaba todavía soñando o despierta? Aún sentía una mano sobre una de sus tetas. La polla que había sentido en sus sueños estaba aún dura y ejercía presión entre sus nalgas. Helen estaba confusa. Si estaba aún soñando, ¿por qué se preguntaba si estaba despierta? Si estaba despierta, ¿por qué sentía todavía la mano sobre su teta y la polla entre sus nalgas? Muy extraño, ciertamente. A menos que...

Un repentino trueno la sacó de su estado de semiinconsciencia. Sólo había una respuesta posible: ¡Edward! Le dio vueltas la cabeza sólo de pensarlo, pero tenía que ser. Ahora estaba segura de que estaba despierta. Permaneció quieta, poniendo en orden sus pensamientos. Sí, había una mano sobre su teta y sí, una polla estaba rozando su culo. Podía sentir la familiar suavidad del algodón. Era una sensación que conocía muy bien.

La mano que estaba sobre su teta estaba caliente y la agarraba con suavidad. Apretaba con delicadeza el turgente montículo. Sus nalgas podían sentir la dureza de la polla cubierta por la tela que apretaba contra la raja de su culo. Notó que ella respondía apretándose contra la dura barra de carne. ¿Qué demonios estaba haciendo su hijo con una mano en una de sus tetas y empalmado? Se dio cuenta al instante de que estaba dormido. Roncaba suavemente sobre su cuello. Tenía que hacer algo.

La mano de Edward agarraba suavemente la teta de su madre mientras dormía. Al estar de costado, su pecho estaba al descubierto bajo su camisón. La mano de Edward se metió por debajo del camisón y agarró su teta desnuda. Helen contuvo la respiración. Los dedos de Edward acariciaban su pezón, que se puso empinado al instante ante aquellas agradables caricias.

El camisón que Helen llevaba puesto era corto y se le había ido subiendo al apretarse contra la polla de su hijo. Podía sentirla apretada contra su culo, metida en la raja. Edward se movió un poco mientras dormía y su polla erecta se metió por entre las nalgas. Lo intentaba, pero no podía dejar de menear las caderas sobre su polla. El pene cubierto por la tela de su hijo rozó la parte inferior de su coño. Helen dio un grito sofocado al sentirla ponerse junto a su sensible coño, apoyada contra sus labios.

Helen meneó su culo en círculos sobre la polla de su hijo. Entonces notó que éste cambió la postura de sus caderas. De nuevo la empujaba con su polla. Alargó la mano por detrás de ella y la metió entre los dos. Buscó la abertura de sus pantalones con los dedos y, al encontrarla, trató de retirar la tela. La verga erecta de su hijo salió de un brinco por la abertura y golpeó su coño desnudo y húmedo. Agarró la dura y cálida polla juvenil con su maternal mano y por un instante hizo algo que las madres no hacen con las pollas de sus hijos.

Hizo que su polla subiera por la raja de su culo y la colocó en la entrada de su coño. Edward seguía durmiendo, ajeno a las acciones de su madre. Helen tomó aire y, echando su culo hacia atrás, sintió su polla introducirse en su coño. La mano de Edward agarraba su teta con firmeza, apretándola son delicadeza mientras su madre empujaba su coño sobre su polla. Ella se estremeció al sentir la polla del niño entrando en su coño. Hacía mucho que ningún hombre no le había metido la polla.

Entre gemidos, Helen puso sus caderas sobre la polla de su hijo con unos meneos. Comenzó a arquear sus caderas hacia el chico, que dormía. Éstas empezaron a moverse lentamente mientras se follaba con la polla del niño dormido. Sintió cómo las paredes de su coño se ajustaban a su polla, agarrándola en una unión húmeda y resbalosa. Edward se movió un poco. Helen se detuvo con el rabo de su hijo hundido profundamente en su coño. Edward arremetió contra el culo de su madre.

Helen empezó a mover el culo al ritmo de los movimientos instintivos de su hijo dormido. Se movía hacia atrás cuando él embestía su vagina. Comenzó a apretarse más contra él. Sus caderas se movían con pequeñas y frecuentes sacudidas. Respiraba con dificultad mientras se concentraba en follarse a su hijo dormido. La cama empezó a moverse siguiendo el ritmo estable del coito. Helen sintió que la polla del chico se endurecía más. Se preguntó por primera vez si se podría correr. Se movió más rápido al pensarlo.

La mano de Edward se cerró con fuerza sobre el turgente globo mientras metía su polla profundamente en el coño de su madre. Helen aceleró el ritmo mientras comenzaba a golpear su culo contra su polla. La sentía latir mientras su coño bajaba y subía a lo largo de aquella invasora juvenil. Su clítoris palpitaba, así que alargó una mano para acariciar el duro órgano. Sus dedos se acoplaron al ritmo de sus caricias y empezó a sacar su coño de la polla del niño casi completamente para luego golpearlo de nuevo con su culo. Edward abrazaba con fuerza a su madre mientras ésta se lo follaba. La cama se movía y crujía con sus esfuerzos. Una y otra vez, deslizó su coño de arriba abajo por su polla. Se la hundía entera en su chocho y sus caderas se agitaban sobre el palpitar de la erección. Con unas pocas sacudidas, estuvo cerca del orgasmo. Golpeaba la polla de su hijo con su estrecho coño. Ésta empezó a palpitar intensamente dentro del túnel resbaladizo y caliente de su vagina.

Podía sentir su clímax en el centro de su coño. Mantuvo la polla profundamente dentro de ella y su vagina le dio masajes con movimientos ondulantes de sus músculos. Edward se aferró a ella con la polla hundida en su coño. Ella lo mantenía profundamente dentro y se daba algunas embestidas. Fue entonces cuando sintió que su polla daba una sacudida, dos, y el cuerpo de su hijo se puso rígido. Dejó escapar un grito sofocado al sentir que el niño lanzaba un chorro tras otro de cálido esperma en lo más profundo de su estrecho coño. Los dedos de Helen acariciaban su clítoris y su coño sujetaba la polla de su hijo como si lo hiciera un puño.

Brincando sobre su polla, sintió su corrida salpicar las paredes de su coño follador. El niño gimió y mantuvo su nabo dentro de ella. Helen continuó masajeando su polla con el coño mientras él disparaba un chorro detrás de otro de esperma de niño en el chocho de su madre. Helen se estremeció cuando un orgasmo se apoderó de ella. Sus caderas se movían de forma irregular sobre su polla dura como una piedra. El semen salía de su coño y chorreaba por su culo. Finalmente, se detuvo sin aliento. La polla de su hijo todavía estaba dura dentro de ella. Recordó que los chicos jóvenes pueden permanecer empalmados por algún tiempo incluso después de haberse corrido.

Un relámpago congeló la imagen de los dos, el niño aferrado a su madre y la mujer intentando recobrar el aliento con los dedos en su coño. Habría otra tormenta y otra noche. Helen tomó una nota mental para acordarse de escuchar la predicción del tiempo, sólo para estar segura.



Skaidan
(skaidan2000@gmail.com)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

que rico yo tambien me corri en mi madre fue la follada mas rica le han hechado me conto mmmmm


Anónimo dijo...

yo me folle a mi madre cuando tenia 26 años un dia que fui a visitarla no alcansaban las camas y dormi con ella nos acostamos como a media noche estabamos en la casa de campo solos en su habitacion ella tenia 48 años hera rellenita espectacular unas piernas muy ricas,yo cada vez que la iba a ver me corria en sus calzones luego la obserbaba que al ponerse un camison sin sostenes parav dormir se colocaba los calzones con todos mis mocos y se acosto a mi lado yo me havia acostado a los pies pero ella quiso que durmieramos juntos al apagar la luz y al estar en una cama de plaza y media quedabamos pegaditos se me paro el pico le comense a subir el camison asta la cintura a lo que no opuso resitencia me hice el dormido por unos minutos la punteaba suave asta que se bajo el calson escuche como se puso saliba en su zorra y muy despacio me agaroo mi pico que mide 22cm comensando a rosarselo en su zorra y de apoco se lo plante asta el ffondo lo unico que se escucho en ese momento fue un quegido de placer que jamas habia escuchado mientras que su zorra se contrahia apretandome mi pico con su zorra sin sortarlo mientras me tenia tomado de mis testiculos para que no se lo sacara continuo mobiendose suave y circular asta que le acabe dentro todo mis mocos a lo cual otravez siento otro quegido muy fuerte acabando en reiteradas ocaciones,ya habiendole hechado unas cuantas cachas se saco el camison y me subio eharriba pidiendome que se lo pusiera de un solo golpe porque queria acabar de nuevo de la misma forma se lo puse todo y otravez otro quegido donde ya comenso ha hablarme disiendome que se lo clavara todo ya queria todos mis mocos en su zorra estubimos asi asta las 7:00de la mañana 5 horas sin parar mientras sus liquidos y mis mocos se convertian en una espuma blanca de tanto culiarla fue ahi donde ella se dio cuenta que hera multiorgasmica conmigo ya que acabo mas de 10 veces en un rato sin querer soltarme tenia sus piernas cruzadas en mi espalda alo cual yo seguia dandole ese dia me dijo que andaria sin calzones para que me la culiara donde yo quisiera y asi lo hise ya que estabamos solos mientras preparaba el almuerzo le subia la falda y se lo mandaba asta acabar dentro ya que no me dejaba botar ni una gota de moco fuera de ella al medio dia comensaron a llegar mis hermanas y mi padre que habia hido a un cumpleaños al cual mi madre no quisiso ir ese dia casi nos pilla mi padre justo cuando se lo tenia asata el fondo mientras le hechaba mis mocos dentro llega mi padre al lado nuestro mientras yo la habrasaba por detras qa lo cual dijo que bonito que un hijo sea tan cariñoso con su madre sin darse cuenta que mi madre estaba sentada con mi pico asta el fondo mientras su zorra se contraia de lo mas rico que habia sentido nunca luego salieron todos a comprar y de nuevo solos ahi me pidio que la pusiera patitas al hombro para que le quedaran todos los mocos dentro desde ese dia paso por casa una vez al mes asta hoy que mi madre tiene 75 años y todavia lo goza como la primera vez.


Anónimo dijo...

lo que me faltaba mi nombre es cristian y mi madre elba

Unknown dijo...

Te dejo mi wasap tengo 22
56988433850 mi nombre es marcelo te espero

Unknown dijo...

Te dejo mi wasap tengo 22
56988433850 mi nombre es marcelo te espero

Anónimo dijo...

Que rico me gustarías leer estos relatos me ponen caliente..Soy bisexual.. Me gustaría estar con mis padre y madrw

Todo asombroso