Video Relato

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Domando a mi nuera

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Desde que la vi , me di cuenta que era mucha hembra para mi hijo. Sergito siempre ha sido un poco tonto para las mujeres, bueno para los negocios, pero de coger no entiende.
Su mujer, Nuria, rezuma sexo, yo la observaba como un tigre a su presa, y la puta de ella, ¡cómo se dejaba observar y lo que la calentaba!.
En Pinamar de vacaciones, me montó un numerito haciéndome una paja con la cola, ¡se sabe mover la condenada!

Y siguió jugando con fuego, se me exhibía desnuda, cuando sabía que la miraba. Y es una hembrita linda, mediana de estatura, morochita, delgadita pero con un par de lolas bien puestas, y una colita paradita, que deja ver completa, con los tangas que lleva, cada vez más pequeños.
Siempre he dicho que el que me busca, me encuentra. Sólo hay que esperar la oportunidad, y se presentó, cuando mi mujer le pidió a mi hijo que la acompañara a Mar del Plata, a ver a unas amigas y al teatro. Yo tenía más de ocho horas para domar a esa yegua, y las iba a aprovechar.
Me tomé mi pastillita azul, y dejé que le niña se calentara, pensando que estando solos, podía de nuevo jugar conmigo.
¡ Mira que me hacía posturitas para excitarme! La verdad es que lo estaba logrando, cuando me preguntó si quería que fuéramos a la playa. Me sentó mal, una putita tiene que saber quien manda.
" Mira, lo mejor que puedes hacer es obedecer, y portarte como la putita que sos"- la dije mirándola a los ojos. Se quedó quieta, paradita, delante de mí.
" Y ahora, desnúdate."- sabía que era lo que ella estaba buscando, así obedeció sin una protesta.
Estaba linda, con su conchita depilada, los brazos a los lados, sin falso pudor, mostrándose.
" ¿ Qué quiere que haga?"
"Una pajita, mejor , métete el dedo para ver cómo estas"
Lo hizo y me lo acercó a los labios, estaba totalmente mojada. La ordené que se masturbara, siempre me ha gustado ver hacerse una paja a una hembra.
Lo hizo, entre gemidos, pellizcos en los pezones, fue un buen espectáculo.
Me di cuenta que le había gustado actuar como puta en un show porno.
La mandé arrodillarse y saqué mi polla, dura, del pantalón. Siempre ha sido un placer, que me la chupen arrodilladas, sumisitas. Sabía comerse una pija, buenos lametones, los labios untuosos sobre el ciporro, ritmo adecuado. De las buenas mamadas que me han hecho, y me han hecho muchas.
No quería correrme en su boca, así que tiré del pelo para separarla. La dije que se pusiera a cuatro patas en el sillón, su concha quedaba a mi alcancé, sin apenas moverme.
La dejé un rato esperando, expuesta y ansiosa a que la taladrara, yo necesitaba un tiempo para no irme, a penas la metiese.
"Métamela, por favor"- rogó, la di unas buenas nalgadas para que aprendiera a ser obediente. La cola se le puso roja, lloriqueó un poco, fue entonces cuando le puse la verga dentro de un golpe.
Primero, rápido, después lento y profundo. Siempre he cogido bien, y quería que mi nuera se volviera loca. Cuando vi que chillaba, dando alaridos pidiendo mi leche, me apreté a ella, y bien dentro culeé hasta que mi esperma la inundó como un geiser.
La dejé dentro, hasta que reblandeciéndose salió.
"Límpiala con la boca"

Nos quedaban muchas horas , y tenía que seguir enseñando a esa yegua, siempre he dicho que a mi edad, el Viagra ayuda a mandar

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Todo asombroso