Video Relato

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Cinco parejas y un profesor

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Somos un grupo de cinco parejas, tenemos entre 35 y 45 años, no nos podemos quejar de nuestra posición social, ya que los ocho tenemos ocupaciones que nos permiten vivir sin demasiados agobios.



Las mujeres son Ana, María, Marta, Luisa y mi mujer Irene, y los hombres, Juan, Pedro, José, Enrique y yo, Luis.



Hace muchos años que nos conocemos, especialmente los hombres, que nos conocimos en un gimnasio donde estábamos todos apuntados, de la relación en el gimnasio salió este grupo, y a medida que nos íbamos haciendo novias y esposas, se iban incorporando al grupo.



De las salidas de sábados o domingos pasamos a salidas de vacaciones, ye era una tradición que cada año dedicáramos unos días a viajar en grupo y sin los niños.



A mi mujer Irene la conocí con 16 años ella y 20 yo, ella no tenia ninguna experiencia sexual, ni tan solo un novio de estos de adolescencia, y yo poquísimas, juntos aprendimos lo que sabemos, nuestra vida sexual es lo que se puede llamar estándar, un par de polvos por semana, uno de ellos el sábado, y en vacaciones alguno mas, tenemos una preciosa hija.



Yo siempre fui mas lanzado en este tema, fantaseaba con cosas como la felación, cuningulus, atarla en la cama y otras practicas de este tipo, a Irene esto le costaba un poco, pero despacio, con los 25 años de relación iba aceptando, y después incluso pedir alguna de estas cosas.



La relación con las otras parejas era muy buena, lógicamente en los temas sexuales, entre los hombres si nos comentábamos algunas cosas de nuestra vida sexual, y supongo que las mujeres también lo hacían, cuando estábamos juntos se permitían algún tipo de bromas más o menos subidas de tono, pero nada más. En la playa, Ana fue la primera en intentar que las mujeres hicieran top-les, al principio no lo consiguió, pero al final, si íbamos a una playa poco concurrida, Ana y Marta si lo hacían, Maria, Luisas y mi mujer se negaban totalmente, en el caso de Irene, a pesar de mi insistencia



Lo que quiero contaros sucedió el año pasado, estábamos los diez de vacaciones en Grecia, en pleno mes de agosto, 15 días de merecido descanso en un pequeño hotel de Corfú, no tendría mas de 10 habitaciones, era precioso, a escasos metros de la playa, algo alejado del pueblo y colgado de un acantilado. A las 10 de la mañana, las chicas ya estaban tomando el sol, nosotros tardábamos un poco mas en llegar, para después ir a cualquier sitio a comer algo.



Uno de estos días que estábamos en la playa, apareció una pareja de nuestra edad mas o menos, se sentaron muy cerca de nosotros, y al oírlos nos dimos cuenta que eran españoles, como somos bastante abiertos, empezamos a charlar con ellos, resulta que llegaron el día anterior por la noche y se alojaban en nuestro hotel.



Congeniamos todos, por lo que ya no éramos 5 si no 6 parejas, sabíamos que se llamaban Pablo y Carmen, el era profesor y ella trabajaba como secretaria de dirección, que eran de Barcelona y tenían dos hijos, las 6 parejas no nos separábamos, ellas pasaban la mañana en la playa, mientras que nosotros las íbamos a buscar hacia la hora de comer, y después dábamos vueltas por la isla con unos coches que teníamos alquilados



Una noche salimos de marcha por la isla, como es normal, cuando nos cerraron los bares, decidimos ir a la playa cercana al hotel, como que no había edificaciones cerca, estaríamos tranquilos, nos sentamos en la arena y charlábamos, entonces apareció el tema de los críos y los colegios, comentando que Pablo y Carmen no tendrían estos problemas, ya que Pablo era profesor, ambos se miraron y rieron, no entendíamos por que, se lo preguntamos y nos dijo Pablo que no era precisamente profesor de niños, si no mas bien de mujeres ya mayores. No entendimos nada, le pedimos mas explicaciones, y nos comentó que era sexólogo y que impartía clases de educación sexual para mujeres, a partir de 20 años ya, pero se trataba de mujeres que tenían algún problema sexual, o que querían saber mas, nos dijo.



A todos se nos abrieron los ojos, queríamos saber más, nos comentó que las mujeres eran gente muy normal pero que por algún motivo no conseguían satisfacción sexual, en la academia donde estaban les enseñaban técnicas para que tuvieran una sexualidad mas plena. Queríamos saber mas, el nos lo contaba igual que un profesor de matemáticas te explica como enseña a sus alumnos, resulta que enseñaban a las mujeres como masturbarse, como obtener mas placer a solas o con un hombre, incluso a practicas mas fuertes, nos dijo.


Cuando le preguntamos cual era su misión allí, nos dijo que las mujeres hacían dos tipos de clases, las teóricas y las prácticas, el era el responsable de las clases prácticas. Resulta que se les daba a las mujeres unos cursos que consistían en unas horas de formación teórica mas unas de practicas, las clases las hacían un equipo de sexólogos y sexólogas, la academia estaba distribuida en estas dos áreas, cada una con un director, el era el de la parte practica, y una compañera suya, la de teórica.



Tener un elemento así delante despertó el interés de todo el grupo, excepto a Carmen que se limitaba a sonreír, supongo que ya acostumbrada a esta situación. Le preguntamos en que consistía su trabajo y nos contó lo siguiente:





hay varios tipos de cursos, el mas elemental es de masturbación, en la clase teórica se les explica anatomía sexual femenina y que partes hay que excitar sexualmente para obtener placer, también se les enseña los objetos y juguetes que pueden utilizar, en la parte practica reunimos a un máximo de 5 mujeres mas dos sexólogas y yo, las mujeres, vestidas solo con un batín, sin ropa interior, se sientan en circulo en unas sillas que permite estirarse completamente, es decir, se convierten en una especie de cama, después les recordamos lo que han aprendido un ratito antes, y ellas van haciéndolo, se acarician de la manera que se les ha enseñado, las sexólogas, que están desnudas, van haciendo lo que las alumnas tienen que repetir.


Y tu que haces mientras tanto?, dijo alguna de las mujeres


Yo dirijo, voy comprobando y aconsejando a las alumnas.


Pero se masturban allí delante?


Claro, de eso va el curso.


Y no se cortan en público ?


Creamos el ambiente para que esto no pase


Les cuesta tener el orgasmo?


Al principio si, pero en dos o tres clases, te aseguro que consiguen unos orgasmos increíbles


Y cuando no lo hacen bien, tu vas allí y se lo haces ?


Bueno, mas o menos, es mi trabajo, si una no sabe como tocarse, yo se lo hago, a ella o a alguna sexóloga para que aprenda.


Vaya, dijo Enrique, esto es un trabajo y no lo nuestro !, y dais mas tipos de cursos ?


Si, uno que seguro os gustará, es el de aprender a tener sexo con hombres


Esto se enseña?, dijo alguna chica


Como todo en la vida, se puede ser autodidacta, tardar mucho en aprender y seguro que con defectos, o que alguien profesional te lo enseñe.


Y lo hacéis con el marido?


No, nunca, para esto estamos nosotros


Vaya, que te las follas a todas.


Bueno, mas o menos, dijo riendo, pero lo que se hace realmente es enseñarles a follar.


Las mujeres tienen pareja?


Hay de todo, pero la gran mayoría casadas y con hijos


Cuéntanos como es una clase.


Pues mira, al igual que lo que os he explicado antes, primero hay una clase teórica en grupo, se explican maneras, posturas y mas cosas, después viene la parte práctica, que es donde intervengo yo, aquí el curso se da individualizado, de una a una, tenemos una habitación donde se crea el clima ideal, primero intento que la mujer se sienta bien y relajada, la desnudo despacito, con mucho tacto y sensualidad, ella hace lo mismo conmigo, cuando estamos desnudos le enseño que tiene que hacerme para excitarme, como debe besarme, cuales son mis zonas erógenas, que debe hacer con ellas, como se chupa una polla y todas estas cosas, después le enseño como se excita a una mujer, le enseño a que me oriente en que cosas le gustan, cuando ya esta excitada, la penetración, las distintas posturas que se pueden hacer, etc.


Y se te corren?


De esto se trata, de que aprendan a tener un orgasmo, algunas han tenido el primer orgasmo conmigo.


Y sus maridos?


Cuando empiezan, una de las preguntas es si su marido lo sabe que esta allí, la mayoría la respuesta es que si, y os diré una cosa, son muchos los maridos que me han llamado para felicitarme, ya que su vida sexual ha cambiado, algunos incluso nos han invitado a comer a su casa como señal de agradecimiento.


Vaya, vaya, tenemos un experto entre nosotros dijo Pedro, lo que Pablo aceptó como un cumplido.




La mujeres estaban embobadas, seguro que nunca habían tenido delante de ellas a un experto en sexo práctico, Pedro, que era el mas hablador preguntó:





Tu que entiende de este tema, en cuanto tiempo puedes hacer que una mujer se corra ?


30 segundos, si ella esta dispuesta, claro


y si no lo está ?


60 segundos, 30 para hacerle cambiar de opinión, y 30 mas para que se corra.


No me lo creo, dijo Pedro.


Por mi no hay inconveniente en que lo veáis.


Alguna de vosotras esta dispuesta a probarlo, chicas, dijo Pedro.



Las mujeres reían y se miraban entre ellas, seguro que la mayoría habría dicho que si inmediatamente a no ser porque estábamos los hombres allí, entonces Juan dijo:





Porque no hacemos un sorteo, la mujer que toque, la tendrás que hacer que se corra. en 30 segundos si esta dispuesta, y 60 si no lo está.


A mi me parece bien, dijo Pablo, ellas que opinan?


Chicas, que decís?



Ana, Marta e Irene dijeron que de ninguna manera ellas intervendrían en este experimento, Marta y Luisa no decían nada, seguro que les hubiera gustado probarlo, de hecho eran las mas lanzadas en estas cosas, la mujeres se pusieron a hablar entre ellas, tardaron un ratito, decían que o participaban todas o no había acuerdo, nos preguntaron que pensábamos, nosotros les dijimos que tenia que ser una decisión suya, al final, y después de varios tira y afloja, decidieron que si, aceptaban todas someterse al sorteo, me extrañó que Irene aceptara, seguro que pensaba que eran pocas las posibilidades de que le tocara.


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Sorteamos, una especie de eliminatoria a cara o cruz entre las 5 mujeres, ya que Carmen no podía participar, al final, la "agraciada resultó ser mi mujer, vara, pensé yo, tenia que tocarle a ella, yo soy algo celoso, a pesar de que nunca me ha dado el menor motivo, pero ya no podía hacer nada, ella, muy avergonzada y resignada, se levantó temblando de nervios, me miró a los ojos como un cordero que va al matadero, se acercó a Pablo, este le preguntó:





Estas predispuesta a participar en la prueba y tener un orgasmo?


No lo se, todos los he tenido con Luis, ningún hombre que no sea el me ha tocado jamás


No te preocupes, en 60 segundos tendrás uno que lo recordaras toda la vida.


No estés tan seguro, estoy muy nerviosa



Nos hizo poner una toalla, mi mujer llevaba un vestido amplio, abrochado por delante, debajo unas braguitas topo bikini y sujetador, nada mas. Ella, muy obediente, se estiro allí, Pablo le dijo que cerrara los ojos y no pensara en nada y que le dejara hacer, Irene temblaba de nervios, los demás nos pusimos a su alrededor completamente en silencio. Pedro preguntó que cuando empezaba a contar el tiempo, el dijo que ya podía empezar.



Yo estaba inquieto, no podía reaccionar, si me levantaba, Pablo corría el riesgo de que le rompiera la cara, por lo que opté por quedarme quieto y aceptar que mi mujer le haya tocado el sorteo



Pablo acarició la cara de mi mujer, muy suavemente, estas caricias se convirtieron en un masaje por el cuello, Irene cada vez estaba mas tranquila, ya no se movía inquieta, creo que se sentía muy a gusto. Después. Continuando Pablo acariciando la cara, con la otra mano desabrochaba uno a uno los botones del vestido, cuando acabó de desabrocharle el ultimo, separo el vestido, allí estaba mi mujer, estirada en una toalla, con unas braguitas y sujetador de color turquesa, una mancha entre sus piernas nos hizo ver a todos, a pesar de ser de noche, que estaba algo excitada, me sorprendió este hecho, no pensé que ella se legara a excitar en aquella situación, pero lo que mas me sorprendió es comprobar que yo también lo estaba.



Pablo abandono la cara de Irene y puso sus dos en los hombros, haciéndole un masaje que cada vez se acercaba mas a sus sujetador, pero sin tocarlos, de repente, este masaje se prolongo por la espalda, y sin saber como, parece que desabrochó los corchetes de del sujetador, ya que vimos que estaba muy suelto. Entonces el masaje se acercaba a los pechos, de golpe vemos que introduce las dos manos por dentro del sujetador, notábamos que por dentro movía los dedos, sin duda jugaba con sus pezones, en este punto Irene dio el primer gemido de placer, ladeando la cara y mordiéndose los labios, pero sin abandonar su postura.



Todos estábamos quietos y callados, el espectáculo que nos daban era insuperable, miré alguna de las entrepiernas de los hombres, y estaban abultadas, las mujeres eran mas discretas, solo a Ana se le notaba la excitación ya que tenia inconscientemente su mano entre las piernas apretando su sexo.



Retiró el sujetador, por primera vez todos pudieron ver los pechos de mi mujer, aparecieron con su pezón totalmente erecto, estaba mas excitada de lo que la había visto nunca. Pablo siguió jugando con ellos, uno con la mano y el otro lo mordía con sus labios y dientes, Irene movía la cabeza de un lado a otro mientras gemía suavemente. Llevábamos unos 40 segundos nos hizo notar Juan en signos para que no se interrumpiera el espectáculo, y mi mujer estaba ya al borde de un orgasmo, sin haberle tocado su coño.



En este momento fue cuando Pablo bajo la mano, sin dejar de chuparle los pezones, muy despacio y acariciando su vientre hasta llegar a sus braguitas, los dedos se escondieron en su tela, iba avanzando, no nos costo saber en que momento llago a tocarle el clítoris, ya que Irene, como si tuviera un muelle, abrió las piernas de golpe y lanzo otro gemido, bastante mas fuerte, menos mal que en la playa no había nadie mas. Pablo jugó con el, no veíamos lo que hacia, ya que la tela de las braguitas nos impedía ver, pero Juan no estaba dispuesto a perdérselo, se acerco a mi mujer y de golpe se las sacó, esta intervención no estaba prevista por nadie, pero tampoco hubo quejas. Apareció su coñito totalmente abierto, Pablo tenia dos o tres dedos dentro de ella, mientras que con el pulgar jugaba con el clítoris con un movimiento suave circular, mi mujer movía la cabeza de un lado a otro, y en pocos segundos, mi mujer hizo algo que nunca había visto, un grito impresionante y unos espasmos enormes, Pablo seguía trabajándose su coño mientras ella se corría como una loca durante mucho rato. No contento, dirigió su cara a la entrepierna, no se exactamente como lo hizo, pero ya llevaba un minuto de orgasmo y consiguió que este continuara por lo menos un minuto mas, hasta que ya no pudo mas mientras jugaba con la lengua.



Cuando la cosa iba ya de baja, dos o tres minutos de corrida eran mucho mas de lo que yo había conseguido con ella, Pablo se apartó de mi mujer, Irene estaba totalmente desnuda delante nuestro, estirada como si no le quedara fuerzas para reponerse, pero con una enorme cara de satisfacción. Necesito unos minutos para que pudiera hablar, y nos dijo que sin duda había sido el mejor orgasmo de su vida.



Yo me acerque a ella y la abracé, intentando recoger su vestido para que se tapara, estaba como aturdida de la satisfacción que había obtenido, nunca había soñado con ver algo así, y menos que la protagonista fuera mi mujer, me sentía excitadísimo, seguro que si me coge la polla, me corro en un momento. Pablo también estaba a su lado, los demás ni parpadeaban los ojos, las chicas sentían una especie de envidia, los hombres, supongo que un cierto odio con este hombre que es capaz de hacer lo que acabamos de ver.



Juan, que había promovido todo lo que acabábamos de ver dijo:





Si en 60 segundos has conseguido esto, en un ambiente adecuado y con tiempo, que puedes conseguir de una mujer?


Es difícil de describir, pero se quedan contentas, te lo aseguro.



Entonces Irene dijo:





Si mi marido y Carmen no tienen inconveniente, quiero probarlo.


Carmen dijo que por ella no había problema,


Bueno cariño, no se que responder, dije yo.



Ella, con cara de ángel me dijo:





Por favor, déjame, luego te lo compensare como quieras, pero déjame



Yo no estaba tan convencido, mi mujer me iba a poner los cuernos con aquel tío, por una parte estaban los celos, el que dirán mis amigos, que todos lo habían visto, pero también entendía que una situación como aquella no se daría en la vida, y no le reprochaba que quisiera vivirla, por lo que le di mi aprobación a regañadientes. Pablo ayudó a mi mujer a recomponerse la ropa, me dijo que me la devolvería al día siguiente a la hora del desayuno, Irene me dio un beso y abrazados andando por la playa de fueron hacia el hotel.



Los demás estaban callados, supongo que no sabían que decir, Carmen se acerca a mi y me dice:





Luis se la va a follar, pero no te preocupes, el sabe llevarla, cuando regrese a ti, será una mujer muy feliz, y seguro que toda la vida estará satisfecha de que la hayas dejado vivir esta experiencia


Si, le dije, pero yo que haré esta noche ?


Intenta dormir, piensa que si la quieres, para ella esta noche puede ser una de las más felices de su vida.


Y donde dormiré yo?


En mi habitación si quieres.



Bueno, pensé, a lo mejor le devuelvo los cuernos, pero ella dejo muy claro:





Pero dormir, nada más, eh?



Mi gozo en un pozo. Nos fuimos al hotel, resulto ser que su habitación era contigua a la nuestra, realmente dormir resultaba imposible

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Todo asombroso