Video Relato

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Debuté con tu hermana

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Javi;


Ya sabes que me pareces una persona de puta madre y que jamás te consideraría un hijo de puta por más de que te hayas empeñado en conquistar a Alicia. Sabías que ella me gustaba, pero eso no te impidió para bailar con ella en la farra de despedida de compañeros para posteriormente comértela a lengüetazos. No me jode, de veras, te perdono porque esas cosas se olvidan cuando hay una relación tan fuerte entre dos mejores amigos como tú y yo. Si no lo recuerdas, eso fue lo que me dijiste antes de que te saltara encima.


El motivo de este mail es para contarte sobre mi vida aquí en la ciudad universitaria, la verdad que al principio costó adaptarme ya que no conocía a nadie y tuve que ingeniármelas para sobrevivir esos primeros días de infierno social. Anda, sigue leyendo porque se pondrá bueno.


En mis primeros días solía sentarme en los banquillos del campus para organizar mi agenda, y mira nada más, qué sorpresa de la vida, en una de esas tardes vi a tu hermana Rosalía. Ella está cursando ya el cuarto año y también solía ir hacia la zona de los banquillos en horas de la siesta cuando no había más que algún que otro perdido rondando en las inmediaciones.


Desde luego no perdí la ocasión para saludarla y sentarme a su lado. Fue muy buena onda, si hasta aceptó ser mi guía en aquel nuevo ambiente para mí, vamos, que es de aquellas con las que enseguida congenias. Mira que en un par de semanas mis compañeros me tenían alta estima al verme siempre con una muchacha mayor y su grupito de amigas, todas coquetas, graciosas y jodidamente hermosas.


Como en la tercera semana, los muchachos del último año organizaron una fiesta en una de las casas cercanas al campus, para la integración de los nuevos compañeros y así fomentar el espíritu grupal universitario. Chorradas para beber hasta el amanecer, ya sabes.


Y para mí fue más que un honor ser invitado por tu hermana y su grupito de amigas... tuve que rechazar la oferta de mis compañeros para ir con ellas. Debías estar esa noche, cómo destacaban las cuatro chicas; falditas, corsés, medias de red, tacos altos, todas eran un monumento a la zorrez... ¿¡qué hacía yo con ellas, verdad!?


Hombre, esa noche no pude apartar los ojos de tu santa hermana durante los bailes, joder, si apenas iba vestida con un par de trapitos... ¡casi desnuda! Sus amigas no paraban de molestarnos sobre lo bien que nos veíamos como pareja, sí, anda, hasta planearon algo genial las tías, para que veas qué tan buena onda son; fuimos todos en un lugar apartado, y nada más al sentarnos, las muy cabronas dijeron que volverían a la fiesta para buscar algo de beber, dejándome solo con tu hermana...


¿Qué decirte? Rosalía es de aquellas que saben tomar la iniciativa. Y yo soy de los que se dejan. La verdad que hasta penita me da que te hayas echado un morreo con Alicia... ella no es más que un puto chiste al lado de tu guarra hermana y su deliciosa lengua. Vamos, que hasta tengo memorizado el gusto de su boca. Me atreví a echarle mano en ese culito que, según me contaste hace tiempo, fue dueño de varias pajas tuyas. Pero ella iba a una velocidad superior a la mía... no me quedó otra que decirle mi dolorosa vergüenza; era virgen y con poca experiencia en el ámbito del morreo.


Cosas de la vida... eso la puso más cachonda y hasta me susurró cositas deliciosas como "deja que te guíe, corazón" y hasta le encantaba indicarme;"toca aquí mientras muerdes aquí, que eso me pone", "pon tu mano entre mis piernas y con estos dedos restriégalos, ¿quieres, cariño?" y no podría faltar el calentísimo "no temas mi niño, te va a encantar lo que te voy a hacer". Vaya, no sabía yo que Rosalía sería mi full guía.


Fuimos hacia donde dejó estacionado su Golf y entramos allí, sentándonos en el asiento trasero. ¿Sabes lo genial que fue sentirla sentada sobre mí mientras tomaba de mi cuello para sujetarme y besarme a lo bestia? No lo creo.


Rosalía me retiró la camisa, y hombre, debías ver con qué velocidad me despojó del cinturón. Yo ignorante no supe qué hacer, ya me conoces, a veces soy tan tonto, pero por suerte tu hermana es muy paciente y me ayudó con un par de tips. Ya sabes, debía retirarle delicadamente su blusita, su faldita, el bra, besitos de entremeses... vaya, ahora que lo pienso, no sé si lo sabes... es que Alicia es medio mojigata y seguro que aún no te has tirado a ella... ¿aún te la pasas viendo porno? Jeh.


Me asustó la increíble experiencia que tu hermana cargaba, tomó mi sexo para ponerle un condón con una rapidez abismal – por cierto, no veas la cantidad de condones que tenía en su carterita – y una vez forrado lo forrado, lo llevó hasta su húmeda almeja. Yo estaba a reventar, quería metérsela de una vez y así librarme de ese espantoso título de "Virgen", pero ella me hacía delirar haciendo repasar el glande por el largor de sus labios vaginales, debías ver cómo el jugo que su coño derramaba sobre mi forrada verga relucía bajos las luces de los faroles de las calles, mientras ella decía "Hummm..." moviendo su cadera para adelante y atrás, "Papito, siempre me has parecido lindo, si te recuerdo desde que ibas a casa para estudiar con Javi"


Sí, a mí también me chocó que tu hermana se recordara de ti en plena faena, pero no pude pensar más al respecto porque ella dio un empujón de cadera. Sentí un leve tirón pero vamos, que de ahí sólo recuerdo haber estado en el paraíso.


Y quisiera saber de dónde tu hermana sacó tantas palabrejas; "cabronazo, córrete", "papito, sigue que me encanta", "hijoputa, dame más", "cómeme las tetas, mi niño", "qué culito más duro tienes", "la verga de mi novio es chiste al lado de tu cipote", "ésta es una tranca en condiciones, cabrón" y demás guarrerías que me encantaría escribírtelas pero es que no sé cómo se deletrean. De veras, las actrices pornos con las que te la pelas todas las noches se quedan cortas a lado del el repertorio de palabras obscenas que se gastó tu santa hermana mientras lo hacíamos.


Me encantaría haber durado más tiempo, joder que sí, sobretodo para seguir oyendo las obscenidades que se le ocurrían para calentarme, pero supongo que la inexperiencia me traicionó. Pero no te preocupes, que según ella, no lo hice nada mal para ser una primera vez. De hecho, a día de hoy, no se queja en absoluto cuando la visito en su departamento, si hasta dijo que uno de sus proyectos es convertirme en amante perfecto basándose en sus sabias enseñanzas. Y hasta sus amigas me echan ojo desde que Rosalía les ha contado cómo me desempeño. ¿No es increíble? Hacía unos meses era un completo desconocido y virgen en el campus... a día de hoy soy la ostia, amo y señor a los ojos de mis compañeros.


Cuando sus amigas me ven por el campus, se ríen y me dicen "majo"... ¿oíste? "majo"... anda, que nunca pensé que unas tías buenorras me dirían eso.


Cómo me jode contártelo, de veras... bueno, no, eso no se lo cree nadie, me parece delicioso decírtelo y saber que te estarás cayendo en incontables pedacitos... pero es que lo de Alicia no me lo puedo olvidar, hijo de puta.


Hombre, debuté con tu hermana, y fue delicioso... cómo jode eso, ¿no?



Un abrazo.


Tu "mejor amigo"


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1 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Todo asombroso