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Una situación embarazosa… en el restaurante

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Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatárosla. Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones y os contestare, en la manera de lo posible.

Bueno me presentare soy una ardiente Sevillana de 24 años, os detallo mis rasgos mido 1.75m, de ojos castaños, morena y mis medidas aproximadas son 90/59/88. Soy delgada pues suelo cuidarme mucho, hago mucho "ejercicio" y suelo comer sano, de mi físico os comentare que tengo unos pechos firmes y unas nalgas duras pero firmes (opinan que es muy estrecho… pareciendo siempre como la primera vez, imaginároslo). Os debo comentar, que mis experiencias no son producto de mis fantasías sino todo lo contrario pues todas y cada una de ellas han sido llevadas a la práctica. Como os he dicho, me considero una mujer muy morbosa y caliente, me gusta probar cosas nuevas y sobre todo provocar a los hombres (obviamente sé que soy deseable…), os admito que me gusta vestir provocativa y siempre estoy dispuesta a todo… eso si siempre que yo lo desee.

Que puedo deciros más de mí, me considero una persona sencilla, simpática, abierta (a veces demasiado… ji, ji, ji), extrovertida, atractiva e inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral en ocasiones orgullosa, aunque a vez demasiado cariñosa (siempre intento esconder esa faceta mía). Aunque eso si muy buena gente y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (espero que algo más de 15 minutos…), dicen que soy bastante tozuda, activa, desconfiada, responsable, sincera pues normalmente aunque las verdades ofenden… e incluso duelen, nunca me ando con rodeos y si tengo que decir algo a la cara… lo digo. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber demasiado (joder, no soy alcohólica… pero debería controlarme).

Recuerdo que cuando me marche de casa para vivir por mi cuenta, el piso en realidad fue casi un regalo por parte de mi padrino el cual tiene una inmobiliaria, tras comentarle mi decisión de marcharme y poder vivir mi vida con libertad, le pedí que me buscara un piso barato, bueno y bonito… pero eso si a ser posible en un buen sitio de Sevilla. El muy cabron me ofreció uno en Felipe II de unos 70 metros cuadrados, con zona ajardinada, piscina y garaje, nada más verlo me enamore de él, pero claro esta le comente que con mi actual sueldo no podría pagarlo a no ser que deje de comer. Recuerdo que mi padrino me comento que me lo dejaba a precio reducido, pues me debía mucho más que lo que yo pido… eso lo dejaremos para otra ocasión. Por lo que cuando me instale, me pareció al menos en ese momento enorme, por lo que decidid poner un anuncio de manera de alquilar algunas de sus habitaciones y de esta manera sacar algo de dinerillo, para poder pagar algunas letras y estar más desahogada y poder evitar la ayuda de mi padre o algún familiar. Poniendo un anuncio a modo de alquilar una habitación, haciendo reseña que solo aceptaba chicas, entre algunas contestaciones acepte una, la cual para más tarde esta se convertiría en mi pareja de aquel entonces, pues nuestra relación duro al menos unos seis meses aproximadamente.

Nuestra ruptura no se debió por culpa mía sino más bien suya, pues desde que nos conocimos nuestra vida sexual fue en aumento siendo algunas de mis confidencias ideas suyas en realidad. Pues en cualquier momento y situación se le ocurría alguna perversión que deseaba que yo hiciera realidad, todo desde que le confesé la relación de mi padre hacia mí y los manoseos que he tenido que soportar. Pero en realidad ese no fue el motivo de nuestra ruptura sino… os confesare parte de ella, vale cierto día del mes de junio que como de costumbre después de almorzar me suelo echar la siesta, en un momento del sueño tuve la sensación de que el colchón se hundía, continuando por notar cómo me acarician, me besan… comenzando por mi vientre continuando hacia mis pechos al tiempo que echa hacia arriba mi camiseta y tras besar y lamer mis pechos, continúan por mis pezones. Tras detenerse continua pero descendiendo por bajar hacia mis braguitas, echando esta hacia abajo pero sin quitármela lo justo para que pueda sentir sus labios sobre mi clítoris y su lengua por mis labios vaginales, continuando por ascender nuevamente hacia mi boca… haciéndome sentir sus labios ardientes… haciéndome estremecer en cada centímetro de mi cuerpo.

Sus cálidos besos me transmite todo el calor de su cuerpo, al tiempo que un sabor a diferente de sus labios, que apenas me aparta de sus pretensiones, mientras dirijo mis manos a sus pechos masajeándolos, magreando sus pechos al tiempo que me voy incorporando. Dirigiendo mi boca a su vientre mientras mis manos cubren su cuerpo de caricias, mientras mi lengua saborea sus pechos y una de mis manos se dirige, hacia su entre pierna acabando por hundirse. Con sorpresa descubro a una chica sentada en el diván enfrente de nosotras semi desnuda pues solo lleva unos pantalones de color negro puesto, observo sus pechos desnudos los cuales tienen la forma de una perita… continuo que me pierdo, la muy guarra goza mientras nos observa de nuestra escena de sexo, observo cómo se masturba a pesar de llevar aun pantalones. Noto la mano de Laura en mi barbilla haciéndome girar mi rostro a modo que la mire a ella, mientras se deja hacer pues ahora soy yo quien lleva la batuta, comenzando por besar sus labios, desciendo por su cuello hasta sus pechos haciendo mío sus pezones duros y empitonados. Continúo hasta su vientre y su pubis al tiempo que voy quitándole sus braguitas y saboreando no solo sus labios vaginales sino sus hermosos muslos.

Volviendo a ascender hasta sus labios, besándonos con énfasis con agonía, me entrega su lengua la culpa chupo y absorbo mientras escucho a la otra chica gozar, sus gemidos llama mi atención que rápidamente hecho la vista hacia atrás, descubriendo como está ahora está con solo unas braguitas. Laura me pide que la deje de mirar y que la haga gozar, mientras se tumba en la cama, se abre de piernas separando sus muslos para mi, mientras ella se abre aun mas mostrándome su depilado coñito, yo poso mis labios sobre sus labios vaginales besándolos, recorriendo con mi lengua sus labios vaginales y con la ayuda de varios de mis dedos comienzo a penetrarla. Con vista de maliciosa, con picardía vuelvo la vista hacia atrás observando como la muy hija de puta… esta extraña de mierda esta sin braguitas, mostrando su pubis totalmente depilado también… totalmente desnuda, metiéndose tres de sus dedos dentro de su orificio vaginal mientras con su otra mano pellizca sus pechos. Sigo, volviendo mí vista hacia el coñito de Laura sigo con ella, haciéndola gozar besando y lamiendo su vulva sin dejar de penetrarla con mis dedos, escuchándola como gime y entre susurros me comenta que siga, mientras me insulta y gime de satisfacción.

Sorprendida escucho como la otra chica alcanzar su orgasmo entre alaridos al tiempo que Laura, mientras esta me comenta mientras me atrae hacia su boca que desea hacerme gozar ahora a mí, mientras continuamos besándonos. Mientras ella se incorpora yo me quito las braguitas pues se que pretende hacer, tendiéndome sobre la cama aparece Laura con su polla sujetada a la contra, tras humedecérsela con la mano con saliva va gateando sobre la cama hasta posarla sobre mi vagina, comenzando a penetrarme sin tapujos alguno tras escucharme gemir, se deja caer de manera que pueda sentirla hasta el fondeo de mi ser, tuve que sujetarme al cabecero de la cama mientras me penetra al compas de su cuerpo, en cada embestida siento sus pechos golpear los míos, le pido una y otra vez que no se detenga mientras me hace gozar, coloco mis manos en su cintura a modo de controlar las embestidas. Joder como recuerdo que cuando mas me había echo a su juguete, cojee la muy zorra y me la saca comentándome que me diera la vuelta, tras darme la vuelta de manera que mis nalgas las tenia delante de suya, siento como ese miembro presiona mi vagina comenzando a entrarme… hasta que de un solo empujón noto su vientre golpear mis nalgas. Ignoro ahora mismo cuantos orgasmo me hacia alcanzar pero os puedo asegurar que me dejaba totalmente satisfecha… pero en la cumbre del placer, Laura se separa entrando en juego su otra amiga la cual me cojee en mi momento más intimo… no pude echarla sino que me dejaba hacer. Laura no me lo hizo una vez sino varias, dejaba que esta y otras chicas entraran no solo en mi piso violando mi intimidad, sino que compartiera mi cama… mi cuerpo y mis orgasmos, por lo que tuve que decir basta… pero ya os lo contare en otra ocasión.

Comenzare a comentaros que desde que tengo memoria siempre se me ocurre el hacer el amor en un sitio u otro, teniendo la enorme necesidad de comprobarlo, si puedo conseguirlo o no y aun más saber que se siente, esa mezcla de miedo, excitación y morbo… no sé si me comprendéis. Bueno comienzo, como os he comentado desde hacia tiempo tenía la fantasía el poder hacerlo con una amiga en un aseo, pero no un aseo cualquiera sino que este fuera público, de restaurante o algún local bastante conocido donde el entrar y salir de la gente, que te tenga el corazón en un puño. Recuerdo que Laura y yo estábamos en un restaurante, ese día estábamos bastante caliente ignoro ahora el motivo. Pero durante el almuerzo, no dejábamos de decirnos borderías entre ellas… lo que deseábamos por acariciar nuestros cuerpos entre otras cosas, recuerdo que pegue un sobresalto más por no esperarlo, cuando note su pie desnudo introducirse entre mis muslos hasta chocar contra mi pubis, sentí como con gran maestría echo a un lado mis braguitas, para comenzar a masturbarme sobre todo con su dedo gordo… uuummm. Os aseguro que nada más sentir como ese dedo comenzó a enseñarme sus habilidades, apenas pude probar bocado y la cierta verdad es que no sé cómo pude contenerme, por no gritar hay mismo como estaba gozando al sentir me penetraba en mi orificio vaginal.

Se me acerco sin apenas retirar su pie de mi entre pierna, comentándome si me gustaba mientras colocaba una de sus sobre una de mis manos, os juro que es cierto la muy zorra aprovecho que la mesa tenía un mantel puesto, tan grande que este llegaba al suelo. Tuve que dirigir una de mis manos a mi entre pierna, más para facilitar que esta continuara satisfaciéndome al echar a un lado mis braguitas. No sabría cómo explicaros lo que sentía… para ser exacta lo que me hizo sentir, pues cuando dirigía el tenedor a la boca a modo de al menos probar la comida, notaba sus dedos juguetear con mi vulva… Dios. Mientras Laura almorzaba me miraba con una sonrisa maliciosa… más bien jocosa, yo de vez en cuando miraba hacia los lados más por temor a ser descubierta por alguien, en un momento me comento que deseaba meterse debajo de la mesa y continuar con su boca. Le comente que por Dios, no lo hiciera y eso que hubo momentos en los cuales nos percatamos que nadie estaba atento a nosotras, me recordó por una serie de películas las cuales hicieron tal hecho… con finales dispares. Recuerdo que aunque mi insistencia era de lo más pesada, no fue lo suficiente, pues esta mientras me comentaba una serie de cuestiones las cuales ninguna venían al caso, dejo caer una servilleta al suelo al tiempo que nos fijamos que ningún camarero se percato, esta aprovecho para meterse por debajo de la mesa.

Le proteste de forma aireada su acción, comentándole que se sentara que me estaba avergonzando, prosiguiendo en susurros que si era descubierta la humillación sería enorme, pues no era por ser yo conocida allí sino mas bien por ser un restaurante usual de mis padres. Prosigo, cuando sentí primero sus manos sujetándome por mis tobillos comenzando por abrirme mis piernas, continuando por ascenderla hasta llegar a mis muslos hasta mis braguitas y continuado por tirar de estas, hasta despojarme de ellas creí que me moría. Note tan enrojecimiento en mi rostro que temí que se me notara, pero mi vergüenza fue en aumento al notar como Laura al tiempo que introducía su rostro entre mis muslos, besaba tiernamente mi piel erizando mis vellos (joder, la situación era de los mas morbosa). Casi me caigo de la silla al pegar tal sobresalto al sentir como esa lengua que tiene, de un solo lengüetazo recorrió mis labios vaginales…Dios le pedí que cesara. Pero no creáis que yo intentaba rehuir sus acciones sino todo lo contrario, intentaba facilitar a modo de que ella me lo hiciera lo más cómoda posible, abría mis piernas todo lo posible. Me comento que en el momento que pudiera salir de la mesa se lo hiciera saber, nada más decírselo se sentó de nuevo en la mesa… obviamente fue descubierta, pero todo lo contrario de divulgar tal hecho estos se quedaron a la expectativa de que haríamos.

Recuerdo que Laura hasta me comento que necesitaba ir a al aseo, acabando por decirme que debía de acompañarle pues necesitaba de mi ayuda, por lo que fuimos ambas. Tras entrar en los servicios esta me empujo fuertemente contra la pared, sin tiempo para reaccionar se poso sobre mi comenzando a besarme, mientras una de sus manos me acariciaba desde el cuello hasta mi rostro y finalizando en mis cabellos. La otra la había dirigido hacia mi entre pierna continuando por mi muslo, subiendo mi vestido e introduciendo su pierna entre los míos, haciéndome notar el calor de su cuerpo. La verdad es que mi mirada estaba fija en la puerta, pues no quería ser sorprendida y aun mas en ese restaurante, pero no penséis que dejaba que ella hiciera todo, pues una de mis manos le acariciaba su espalda mientras la otra masajeaba sus nalgas. Apartándome con violencia, se agacho nuevamente dirigiendo no solo su boca a mi orificio vaginal sino sus hábiles dedos, recuerdo que me hizo alcanzar orgasmos inolvidables, tantos que sentí como mis propios orgasmos recorrían mis muslos. Tras hacerme rogar durante unos minutos me permitió devolverle el favor, pero no penséis que yo soy tan buena… pues suelo ser una hija de puta en toda regla.

Os cuento tras hacerle alcanzar varios orgasmos, la hice entrar en unos de los retretes vacíos y antes de entrar en el abrí el pestillo de los aseos (más por no abrir sospecha de que ocurre algo). Recuerdo que nada más entrar cerré la puerta tras de mí, la bese con brusquedad al tiempo que le dejaba caer las tirantas de su vestido, continué descendiendo hasta su cuello besándolo al tiempo que le mordisqueaba, mientras mis manos soltaba su sujetador y liberaba sus pechos, masajeándolo como ningún chico sabe hacerlo. Descendí mi mano hacia su pubis notando sus braguitas empapadas, por sus ojos sabía lo que ella quería, pero sabéis me gusta hacerla sufrir por lo que le hice dar la vuelta de manera que me diera la espalda, le comente que posara sus manos sobre los blancos azulejos, que flexionara su cuerpo hacia atrás al tiempo que separara sus piernas, Laura me hacía caso como una sumisa. Me excita sentir como solo con ordenarle se moja sola, mientras comienzo por besar su espalda mientras recorro su espalda con la yema de mis dedos, notar como se le eriza sus vellos y provoco escalofríos en su cuerpo.

De vez en cuando más que pedir me suplicara que le hiciera gozar ya, que dejara de hacerla sufrir, pero haciendo oídos sordos continué al tiempo que mis manos bajaba sus braguitas hasta despojársela completamente. Tras posar mis manos en su cintura hundí mi rostro en sus nalgas, comencé por mordisquear sus glúteos, besar y lamer sus nalgas hasta la unión de sus glúteos, besar e introducir mi lengua en su orificio anal escuchándola como gemía de satisfacción. Continué al tiempo que con la punta de mi lengua recorría su ingle hasta sus labios vaginales, como pude me gire de manera que entre sus piernas con la punta de mi lengua juguetee con su vulva, recorrí sus labios vaginales y se los mordisquee al tiempo que uno de mis dedos había comenzado ya a perforarla. Le produje dos orgasmos siendo el segundo más placentero por lo menos a lo visto por su rostro, pues mientras se mordía su labio inferior sus ojos los mantenía cerrados y sus manos enrojecidas por la fuerza que ejercía.

Recuerdo que se me ocurrió hacerle sufrir aun más, por lo que con la ayuda de la escobilla penetre su orificio vaginal (suerte tuvo que este era de los gruesos), para más tarde penetrarla por su orificio anal. Tras finalizar me arregle comentándole que ella hiciera lo mismo, marchándome a la mesa de manera que pudiera acabar bien al menos el postre, comentándole a Laura que una vez arreglada hiciera lo mismo. Sabéis una cosa, a día de hoy lo he repetido en varias ocasiones pero en ninguna de ellas el resultado ha sido igual, eso que siempre se dice que como la primera ninguna… que verdad es, pues es difícil de igualar.

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no está bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo más difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com.

1 comentarios:

J.Armani dijo...

muy bueno! eres la bomba susana jejeje...

Todo asombroso